
Nos enseñaron en el colegio, que en el proceso de fecundación, los espermatozoides competían entre sí para llegar al óvulo y fecundarlo, mientras el óvulo se quedaba pasivo. Resulta que esta teoría estaba equivocada…
Tiembla la ciencia y el patriarcado…
Según un estudio del Instituto de Investigación Pacific Northwest en Seattle (EE.UU.), nos revela que el óvulo no es una célula pasiva, sino que se encarga de escoger o rechazar a los espermatozoides según la carga genética del gameto masculino.
El Dr Joseph Nadeau explicaba cómo su investigación ha desafiado las leyes de Mendel. Durante el estudio, las evidencias científicas se inclinaban hacia el protagonismo del óvulo en la reproducción, otorgándole el poder de seleccionador de espermatozoides aptos para la fecundación y haciendo una limpieza de aquellos que no daban la talla o poseían genes inadecuados.
Según el estudio realizado en ratones, se realizaron cruzamientos de ratones machos con genes normales con dos grupos de hembras, uno con genes normales y otro cargando artificialmente genes proclives a desarrollar cáncer. Las primeras camadas dieron crías con genes aleatorios, de acuerdo con las leyes de Mendel. Pero durante la segunda fecundación Nadeau invirtió la distribución colocando hembras sanas con machos portadores de la copia del gen mutante. El resultado fue alentador, tan solo el 27 % de las crías presentaron el gen mutante del padre, cuando la estimación, según las leyes de Mendel, debió superar el 70%.
En conclusión, este estudio demuestra que la fecundación no es un proceso aleatorio sino a que la hembra tiene un papel fundamental en la conservación de la especie, que la ciencia androcéntrica desconocía hasta ahora.
¿Quieres recibir información sobre nuestros retiros de yoga mixtos y para mujeres? Solicita información y suscríbete a nuestra newsletter PINCHANDO AQUI para recibir descuentos sobre nuestros retiros de yoga, kriyas, meditaciones y noticias yóguicas a tu buzón!