Nuestro cuerpo está compuesto por un 70-80% de agua. Igual que se mueven océanos con las mareas cuando cambia la luna, lo mismo ocurre en nuestro cuerpo, estamos afectados por los ritmos de la naturaleza y de la luna, por mucho que vivamos desconectados por completo de la naturaleza en plena ciudad, nuestro cuerpo físico sigue respondiendo a estas fuerzas de la naturaleza.
Según la Medicina Tradicional China, el agua es el origen, es nuestra esencia. El elemento agua está asociado con el riñón y la vejiga. Cuando el elemento agua está en armonía en el cuerpo, que los riñones y la vejiga funcionan correctamente, se puede decir que las emociones asociadas son la voluntad y la firmeza, sin embargo cuando se desequilibran estas energías y empieza a enfermar el riñón o la vejiga, es cuando puede aparecer el miedo. El agua es un recurso que vamos consumiendo a lo largo de nuestra vida, no es recargable. De hecho, los bebés están llenos de agua, y los ancianos se van secando poco a poco, la piel es más seca, los huesos se van secando también. Es importante cuidar nuestra esencia para prevenir el envejecimiento prematuro, descansado correctamente por las noches.
¿Cómo se gasta nuestra esencia?
Si no descansamos lo suficiente cada noche, si nos empujamos al límite a nivel físico durante un tiempo sostenido, si llevas temporadas largas de estrés. En el caso de las mujeres, se pierde esencia en caso de parto o de aborto y en el caso de los hombres, en cada eyaculación.
Be water my friend…
El agua tiene esta capacidad de persistencia, de voluntad que puede con todo, es capaz de convertir una roca en arena, es capaz de crear estalactitas, gotita a gotita. Igual que el agua, el ser humano debe aprender a ser imprevisible, creativo e inesperado, porque el agua del mar se mueve de esa forma. El agua tiene la facultad de adoptar cualquier forma sin perder sus características de agua: es pleomórfica.
Rituales del agua
Toda fuente de agua ha sido sagrada en el pasado, y en la mayor parte de Europa se pensaba que todo manantial de agua potable se encontraba bajo el control de un Guardián o de una Ninfa del Agua. Si se observa cualquier mapa y se repasan los nombres de los pueblos, se concluye que cada aldea o vivienda tenía su ubicación determinada por una fuente de agua potable para la gente, su ganado y su agricultura. Las primeras ciudades se desarrollaron a orillas de los ríos o alrededor de lagos de agua.
Además de su uso doméstico, la mayor parte de los pozos o manantiales de las comunidades antiguas se creían sagrados. Se encontraban casi siempre bajo el cuidado de una diosa – en las leyendas célticas era Bride o Brid, Santa Brígida en la tradición cristiana. Hoy en día existen varios cientos de pozos sagrados que aún poseen aguas cristalinas.
El agua en sí misma ha sido empleada para purificar y bendecir objetos en muchas religiones y en muchos cultos rurales. En la religión católica, se usa el agua para bendecir en la misa y para bautizar a los bebés. En el islam, los musulmanes realiza un acto de lavado purificador antes de rezar. En la India, los hindúes se bañan en el Ganges en señal de purificación y bendición.
El agua también puede ser empleada para llevar tranquilidad y sabiduría a la mente en estado de concentración. Así, para muchos, un estanque profundo o un arroyo de corrientes mansas era también un lugar para la visión de los oráculos. Casi todas las sacerdotisas de los templos más antiguos del mundo sabían utilizar los poderes mágicos del agua para la hidromancia.
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