Después de 2 días de tantra blanco en New Mexico, caminata con los ojos cerrados. Foto de Andy Richter
El Yoga y la meditación se están poniendo cada vez más de moda en una sociedad estresada, donde no hay tiempo para uno mismo.
Acabo de encontrar este artículo del New York Times y lo quería compartir porque me ha gustado mucho la mirada del fotógrafo Andy Richter, nativo del Minnesota y practicante de yoga desde el 2004. En el 2012, se propusó explorar más profundamente el mundo del yoga visitando a varios grandes maestros. Comparte a través de preciosas fotos, su propia visión del yoga con sus diversos aspectos.
Andy Richter visitó un ermitaño en Rishikesh, India que lleva 10 años en silencio meditando. El voto de silencio, siempre me recuerda, a los inimitables Monty Python, en la «Vida de Brian», donde Brian se cruza con un ermitaño que llevaba 18 años en completo silencio y vuelve a hablar porque le pisa el pie! Si quieres ver el extracto de la película, mira este link.
Andy Richter pasó tiempo en la India, donde se originó el yoga, pero también sacó fotografías en Estados Unidos, en Colorado, California y en una comunidad Sikh que lleva mucho tiempo en el norte de Nuevo México. La compilación de esas fotografías ofrece una mirada diversa de una práctica antigua que se ha adaptado a nuestros tiempos contemporáneos. También es una perspectiva personal.
«A menudo en las fotografías, se puede ver una mujer hermosa con luz tenue, en un estudio de yoga, con ropa de marca», añade Richter. «No representa nada, en términos de lo que representa el yoga a nivel más profundo».
«Estas imágenes representan mi propio recorrido por el yoga», dijo. «No abarcan todo, o representan el yoga en todo el mundo en todas sus formas. Es mi propia exploración, mi propia contemplación, y donde me ha llevado».
Andy Richter comparte su experiencia y su visión de la diversidad de puntos de vista que puede ser el yoga. El yoga no se limita a una práctica en un cómodo estudio, haciendo posturas totalmente incréibles. El yoga va más allá de los asanas (posturas), nos da herramientas para gestionar nuestro estado interno, ralentizar el ritmo y llegar a la calma interior. Muchas veces cuando veo asanas perfectos en Instagram, me hace reflexionar sobre la superficialidad y postureo en el que puede convertirse el yoga.
Miles de yogis practicando asanas durante una clase mañanera en el Amfiteatro de Red Rocks cerca de Morrison, Colorado, EEUU. Foto de Andy Richter
Lo mágico del yoga, es que existen varios caminos, cada persona es libre de elegir lo que le llama más la atención, que le llega más en su momento vital. Nuestras mentes occidentales muchas veces ven el yoga como un mero ejercicio físico y ser muy flexible. En algunas prácticas, la componente espiritual se ha ido quitando, igual que la meditación se ha convertido en Mindfulness con fundamentos científicos, tan necesarios para los occidentales que necesitan datos para «creer». Sin embargo, esas prácticas son también pasos de entrada al mundo del yoga, si con un grupo de novatas, los profes nos pusieramos a cantar mantras con collares de flores, a lo mejor los alumnos saldrían corriendo. Sin embargo, si vamos poco a poco, explicando los conceptos de la filosofía yóguica, como profesores de yoga, hay alumnos que empezarán a descubrir otro aspecto del yoga. Hace unos años, empecé a dar clases de Kundalini Yoga en un gimnasio, en un lugar improbable y que no era exactamente el templo de la serenidad. Daba clases al lado de la clase de Spinning, en el mismo horario, con música muy alta!! El Kundalini Yoga, es una de las ramas más espirituales del yoga, cantamos mantras, vestimos de blanco y cantamos el Eterno Sol al final de la clase etc. Con el paso del tiempo, he ido introduciendo más mantras, hablando de la parte más espiritual del yoga, como llevarlo a la vida cotidiana y hace poco, algunas alumnas han aparecido vestidas de blanco y cantan ahora los mantras tan alto que cubren la música de la clase de Spinning!!! 😉
Cuando nos vamos de retiros de yoga, algunos participantes tienen poca experiencia con el yoga, sin embargo, se lanzan para experimentar durante un fin de semana entero o varios días. Otros participantes, ya tienen un bagaje y quieren profundizar más, porque ya conocen los beneficios de una inmersión yóguica. Con lo cual, no importa el nivel de cada persona, los conocimientos previos, lo más importante son las ganas de descubrir, la curiosidad y la apertura de cada uno a nuevas prácticas. Esa es la magia del yoga, porque une. Y yoga significa unión. 🙂
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