Símbolo de la opresión femenina y de los convencionalismos de la sociedad patriarcal, el hecho de no usar sujetador no es solamente un símbolo de lucha feminista sino que su uso representa un peligro para la salud de las mujeres.
Uno de los estudios más convincentes fue realizado por dos expertas en medicina antropológica: Sydney Singer y Soma Grismaijer, autoras del libro “Vestida para matar : La relación entreel cáncer de mama y sujetadores”.
El estudio se basó en 4000 mujeres y concluyó que los sujetadores aumentan significativamente el riesgo de cáncer de mama:
- 3 de cada 4 mujeres que sufren cáncer de mama suelen usar sujetador
- En en el caso de las que nunca lo usan, solamente una de cada 168 lo sufre.
- Por tanto, el riesgo de sufrir cáncer de mama es 125 veces mayor si se utiliza sujetador.
Según los expertos, los tejidos elásticos, refuerzos o copas que elevan el pecho comprimen los ganglios y canales linfáticos subcutáneos obstruyendo la circulación linfática. Esta presión impide que los productos de desecho de la linfa, las toxinas, se puedan eliminar de manera natural mediante el drenaje linfático, acumulándose en la mama. Con el tiempo, la linfa se estanca y las toxinas que no ha podido liberar se vuelven nocivas, pudiendo originar quistes, nódulos fibrosos y tumores cancerígenos.
Además, los sujetadores hacen que la temperatura de los senos aumente considerablemente debido al tejido que cubre las mamas y a la compresión a la que se ven sometidas. Esto se ha podido comprobar mediante estudios termográficos. Y se sabe que una mama precancerosa o cancerosa tiene una temperatura mayor que una mama sana.

La caída de los pechos
Y desde el punto de vista estético, el sujetador tampoco es un gran invento. Hace un par de años se publicó la investigación científica más completa sobre el tema. El investigador Jean-Denis Rouillon, especialista en ciencia y deporte y profesor en la Universidad de Franche-Comté, Francia, dirigió un estudio a lo largo de 15 años sobre el uso y el efecto de los sujetadores en 330 mujeres de entre 18 a 35 años. El equipo de científicos franceses utilizó una regla de cálculo para registrar los cambios que se producían en los seno de las voluntarias año tras año.
El estudio concluyó que, al contrario de lo que se creía, los senos no obtienen ningún beneficio del sujetador, sino más bien todo lo contrario: la investigación encontró que los senos eran más firmes y se hundieron menos en las mujeres estudiadas que no llevaban sujetador. Concretamente, se observó que en las mujeres que no usaban sujetador, el pezón apuntaba 7mm más arriba, en comparación con las que sí llevaban. Además, algunas de las mujeres afirmaron que desde que habían dejado de usar sostén, les dolía menos la espalda. A la luz de los datos, Rouillon aseguró que “médicamente, fisiológicamente y anatómicamente, los pechos no obtienen ningún beneficio al denegarse la gravedad”.
El investigador, que ha estado trabajando en este tema desde 1997, explicó que los pechos se convierten en “dependientes” de un apoyo una vez que las mujeres comienzan a usarlo, lo que significa que los músculos de soporte se están infrautilizando y, por tanto, se degradan con más rapidez. La estructura de la mama esta formada por grasa y tejido glandular, muscular y fibroso. Este último constituye lo que llamamos “ligamentos de Cooper”, que unen los lóbulos con la piel del tórax y son, por lo tanto, el sostén natural de los pechos. Cuando el sujetador hace el trabajo de los ligamentos, éstos se atrofian y dejan de luchar contra la fuerza de gravedad… ¿el resultado? el pecho pierde su firmeza y cae mucho más rápido con el paso del tiempo.
Este proceso es más acusado cuando las adolescentes empiezan a llevar sujetador desde el mismo momento en que les empieza a crecer el pecho. Los elementos anatómicos de suspensión del seno, tanto musculares como conjuntivos, se fortalecen durante el desarrollo de la niña, y el uso de sujetador durante esta etapa los perjudica seriamente.
Más que un símbolo de lucha
Las libertades no se dan, se toman. Manifestación Mayo 1968, Francia

«Se trata de igualdad de género y de enseñar a las personas a no sexualizar los cuerpos de las mujeres. Siempre nos piden que hagamos cosas para que los chicos estén más cómodos. Si mis tetas te hacen sentir incómodo, entonces ¿por qué me miras de esa manera? «, Dijo Juvik.

Fuente: Dressed to Kill
Interesante… Yo odio el sujetador pero tengo mucho pecho, si me lo quitara tendría que cambiar mi forma de vestir, estaría » demasiado provocativa»… Y aunque sea injusto no me apetece que me miren ya sabes como… de todas formas cuando voy forrada y no se transparenta confieso qué no lo llevo🙄
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Claro, más allá de nuestra propia comodidad, está el miedo a ser provocativa, como bien dices, cuando el tema de llevar o no sujetador podría ser solamente decisión nuestra sin condicionamiento externo, pero vamos por el buen camino!!!! 🙂
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Ahí le has dado🙏
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