Tampones, Monsanto y mi vagina

¿Sabías que a lo largo de tu vida de mujer que menstrúa 5 días al mes durante 38 años, habrás utilizado unos 11,400 tampones, y habrás estado en contacto directo con los químicos presentes en estos tampones durante 2200 días de su vida? Lo mismo ocurre con las compresas.(1)

Menstrual cup Una investigación realizada en 2016 por una revista francesa (2), encontró rastros de sustancias químicas nocivas en los tampones de 11 marcas de tampones y toallas sanitarias, incluyendo a dioxinas, pesticidas organoclorados—entre ellos el glifosato–e insecticidas piretroides.

Los fabricantes de productos de higiene femenina no están obligados a revelar todos los ingredientes de sus productos, no conocemos los procesos y productos químicos utilizados. El algodón por ejemplo que se utiliza, casi toda la producción de algodón es transgénica, está repleto de pesticidas debido a que no es un producto consumible. Suele ser el mismo fabricante el que lleva a cabo los estudios sobre los niveles de químicos presentes en estos productos,

La vagina: una de las membranas más porosas y permeables del cuerpo

Si tomamos en cuenta la naturaleza altamente permeable de la pared vaginal, insertar un tampón de algodón transgénico en nuestra vagina varias veces al mes, podría ser peor que ingerir los pesticidas de los alimentos transgénicos. Y tampoco están regulados los ingredientes que componen la fragancia añadida a algunos de estos productos (3).

El tejido vaginal es mucho más permeable que el resto de su piel, esto hace que sean especialmente vulnerables a los productos químicos y otros irritantes que se presionan contra esos tejidos susceptibles durante varias horas seguidas.

El tejido vaginal está lleno de vasos sanguíneos y linfáticos, esto hace que sea una entrada directa para los productos químicos hacia el resto del cuerpo. En consecuencia, la contaminación por pesticidas, subproductos químicos tóxicos y productos químicos sin especificar representa un riesgo oculto para la salud femenina.

Blanqueamiento y dioxinas

Además, para que queden muy bonitos e impolutos los tampones (¿para qué?), se utilizan productos químicos tóxicos para blanquearlos, el proceso de purificación y blanqueamiento con productos derivados del cloro puede dejar huellas de dioxinas (4).

«La exposición a dioxinas y furanos se ha relacionado con cáncer, daño reproductivo y alteración endocrina. Por desgracia… los resultados de las pruebas revelan que en los tampones hay tanto dioxinas como residuos de pesticidas». Informe «Chem Fatale» de Women’s Voices for the Earth (WVE)

Las dioxinas son contaminantes orgánicos perdurables que son altamente tóxicos, dañan su sistema inmunológico y pueden interferir con su sistema hormonal (5). Casi el 90 % de su exposición a las dioxinas es a través de los alimentos debido a que tardan mucho en descomponerse, lo cual permite que el producto químico se distribuya a través de la cadena alimenticia.

¿Y el glifosato?

El glifosato es un químico muy tóxico presente en el herbicida “Roundup”, extensamente usado y distribuido por Monsanto. Este químico causa daños severos en nuestros cuerpos y está vinculado con el aumento de sensibilidad al gluten.

Un estudio reciente en Argentina, llevado a cabo por investigadores del EMISA (Espacio Multidisciplinario de Interacción Socio Ambiental) de la Universidad de La Plata ha indicado que al menos el 85% de los tampones, compresas y algodón están contaminados con glifosato. Estos tampones incluyen marcas como Tampax, OB y Kotex, entre otras.

“La tasa de uso del glifosato en los cultivos de algodón aumentó un 18.2% al año entre 1996 y 2007. Una aplicación de glifosato mantenía el control en la mayoría de granjas de algodón. Sólo dos años más tarde, eran necesarias 1.5 aplicaciones, y para el 2007, 2.4 aplicaciones.” – Charles Benbrook

Endometriosis e infertilidad

Una de las enfermedades más directamente relacionada con el efecto disruptor endocrino de las dioxinas de los tampones es la endometriosis. También existen cada vez más pruebas que relacionan los niveles de dioxinas con la infertilidad.

Las dioxinas inducen un aumento en los niveles de estrógeno, relacionado con cáncer de mama y de los órganos reproductores. También se ha asociado a malformaciones congénitas, incapacidad para mantener el embarazo, reducción de la fertilidad, diabetes, reducción en el recuento de espermatozoides, supresión del sistema inmune, etc.

¿Qué alternativas tenemos?

Tampones y compresas de algodón orgánico (aunque esta opción conlleva un impacto medioambiental similar al consumo de tampones convencionales)
Toallitas de tela reutilizables y lavables (como tenían nuestras abuelas…)
Copa menstrual (para mí, es la mejor opción, la puedes usar durante varios años, es muy cómoda (una vez que hayas cogido el truco para ponerla!), puedes hasta reciclar tu sangre para nutrir tus plantas, pero eso hablaremos en otro artículo!)
Flujo libre: dejar que tu cuerpo te indique cuando tienes que ir al baño para que salga tu sangre, indicado al principio si estás en casa y no tienes mucho flujo, para ir probando.