En artículos anteriores, vimos el origen de la depresión en una sociedad capitalista enferma y el papel de la industria farmaceútica en su tratamiento. Hoy vemos como el trabajo se ha convertido en la nueva esclavitud del siglo XXI.
Dentro de un sistema capitalista, nos damos cuenta de que el trabajo es un concepto de esclavitud, porque agota y perjudica seriamente la salud. ¿Cuántas personas realmente disfrutan de su trabajo? En el metro por la mañana, se ven más caras apagadas, tristes, cansadas o enfadadas.
Son muchos los motivos que contribuyen a fomentar este concepto de esclavitud: las largas horas de trabajo, los sueldos bajos (algunas empresas hacen trabajar gratis a los becarios, eso es esclavitud atmbién), la falta de reconocimiento y la falta de satisfacción personal. ¿Para que trabajar tantas horas para luego no tener ni tiempo para disfrutar de tu tiempo, no tener tiempo para estar con tus seres queridos porque estás agotado después de una semana de trabajo?
El trabajo mal pagado perjudica la salud, y ¡hay pruebas científicas!
Según los resultados de un trabajo llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Mánchester (Reino Unido) y que ha sido publicado en el ‘International Journal of Epidemiology’, la salud de las personas con un trabajo mal pagado y estresante no es mejor que la de los desempleados. [1]
El objetivo ha sido comparar el estado de salud de las personas cuando están desempleadas y cuando tienen un trabajo de mala calidad. Para ello, analizaron a 1.116 personas de entre 35 y 75 años que estuvieron desempleadas entre los años 2009 y 2010. Todas ellas, desde 2010 hasta 2012 tuvieron que informar a los investigadores sobre su estado de salud mental y fisiológico.
En comparación con los adultos que permanecieron desempleados, los adultos anteriormente desempleados que encontraron empleos de mala calidad tuvieron niveles más altos de carga total de carga alostática (refleja las consecuencias fisiológicas de la exposición al estrés crónico y se ha utilizado previamente para medir los efectos del estrés laboral relacionados con la salud). En cuanto a los resultados de salud física y mental, la transición a cualquier tipo de trabajo no se asoció con una mejora en la salud física, si bien cuando estaban contentos laboralmente los parámetros de salud mental mejoraban.
«La calidad del trabajo no puede ser ignorada del éxito de encontrar un empleo. Así como un buen trabajo es bueno para la salud, también debemos recordar que el trabajo de mala calidad puede ser perjudicial para la salud», Tarani Chandola, Autor del documento, .
El trabajo como experiencia deshumanizante
Muchas empresas, sobre todo las grandes empresas fomentan la competitividad (recompensas por objetivos personales) y se quita el aspecto humano de las relaciones entre compañerxs. Esto viene de EEUU donde los casos de acosos sexuales hacen que los empleados tengan que tener más precaución a la hora de relacionarse con sus compañerxs (como por ejemplo abrazar a un compañero/a de trabajo, pero aquí en España, realmente somos capaces de relacionarnos en el trabajo sin abrazarnos o darnos besos, también esto es una componente cultural y es difícil aplicar un modelo de país en otro contexto.
De esta manera, las empresas y sobre todo las grandes corporaciones intentan romper los vínculos naturales y espontáneos entre compañerxs de trabajo, generando desconfianza y miedo (puedes perder tu trabajo si no cumples las órdenes o no entras en el molde, y es verdad, lo he probado en mi propia carne!). Al quitar esta componente de solidaridad, respeto y auto-ayuda entre los compañeros de trabajo, se generan “soldados”, empleados dispuestos a todo por ganar, sin importarle sus compañerxs. Al generar tensión, conflicto entre los empleados, el empresario se asegura de la lealtad de sus “súbditos” y de su obediencia. Estas situaciones generan en los empleados mucho estrés, tensión y depresión.
Si realmente queremos cambiar nuestra forma de ser, sentirnos mejor, salir de este estado de apatía que se puede apoderar de nosotrxs a la hora de ir a trabajar, lo podemos hacer cambiando nuestra actitud en el trabajo, como nos relacionamos con nuestrxs compañerxs y jefes para esperar una mejora. Y si no funciona…. ¡cambia de trabajo! Haz algo que realmente te guste, algo que te haga vibrar y te permita mantenerte economicamente.
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El próximo sábado 10 de febrero de 11h a 14h, tendremos un taller de Kundalini Yoga & Depresión, veremos como el yoga nos puede ayudar a superar los síntomas de depresión y mejorar nuestro bienestar en general.
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Fuente:
Un comentario en “El trabajo es la nueva esclavitud del siglo XXI”