El Bhagavat Gita y Manu Chao


Llevo tiempo con el Bhagavat Gita, un texto sagrado del hinduismo, en mi mesita de noche, intentando leer una página más cada día, por lo muy fascinante que sea su contenido, me quedo dormida. Sin embargo, acabo de descubrir un fascinante artículo que me anima a seguir. En este artículo, se compara el Bhagavat Gita con una de las canciones más famosas de Manu Chao (y una de mis preferidas).

manuEn el sendero espiritual como en cualquier sendero de montaña, hacia la cima, hay piedritas, piedras y rocas enormes. Crisis en griego significa transformación. Ésta es la metáfora de una crisis entre el yo inferior, el ego, la personalidad, que representa Arjuna en el Bhagavad Gita, y el Yo superior, Krishna, que en este camino se nos va revelando. (Manu Chao es el invitado de honor de la historia).

gita celine

En esta maravillosa imagen del Bhagavad Gita, se ve a Arjuna postrado. Arjuna rendido. Arjuna vencido. Arjuna derrotado por Krishna. Y el silencio, el inmenso y conmovedor silencio de todos los ejércitos en formación. El absoluto orden, silencio de la rendición. Cuando ya no hay nada más que añadir, todo está dicho.

Y con la imagen en mente, resuena la preciosa canción de Manu Chao  “si me das a elegir”.

Manu ha puesto la letra al Bhagavad Gita.gita ultima foto

Si me das a elegir

Entre tú y mis ideas
A que yo sin ellas
Soy un hombre perdido

Si me das a elegir

Entre tú y la gloria
Pa que lleve la historia de mi ay por siglos
Si me das a elegir
Entre tú y ese cielo
GITA CELINE CARACOLADonde libre es el vuelo
Pa llegar al olvido
Si me das a elegir
Me quedo contigo

Si me das a elegir

Entre tú y la pereza
Hay con esa grandeza
Que lleva consigo

Si me das a elegir,

Me quedo contigo

Porque me he enamorado….

El Bhagavad Gita es una historia de amor, desgarradora. Krishna el amado tiránico, Arjuna el amante abnegado, dispuesto a olvidarse de sí para estar junto a su amado. Arjuna arrodillado le entrega a Krishna sus ideas, su gloria, su pereza… por amor.

Arjuna soy yo, el pequeño yo, el yo inferior, el que lleva años mandando, él que con tantos esfuerzos y aplicación ha construido ese colchón de ideas, convicciones, teorías. Él que pone objetivos, expectativas. El controlador, el que hasta aquí llevaba la brújula.

Un día Arjuna conoce a Krishna por casualidad, siempre, por medio de unos amigos en común. Arjuna se siente intrigado por ese Ser tan discreto, e intenta de vez en cuando hacerle una visita, aunque sin resultado. Y un día se produce el milagro que espera cualquier enamorado ignorado… Un día Krishna invita a Arjuna a una primera cita, y van quedando, todos los días sin faltar uno solo. Contacto tras contacto, empieza la gran historia de amor. Arjuna se enamora perdidamente de Krishna. De lo bien que se siente cuando está a su lado. Se enamora del amor que siente en compañía de Krishna.

La fuerza de ese amor un día se hace tan devastadora, tan grande, que ya es evidente. Krishna se ha convertido en ese amante tiránico que manda. Que obliga a Arjuna a depositar las armas, todas las armas.

Los ejércitos de Arjuna, alertados por tan rápida entrega, empiezan las grandes maniobras para liberar a Arjuna, viendo como peligra el reino, como peligran las riquezas, las grandezas del reino.

Hay días que los batallones están más calmados, hay días tranquilos, de tregua, y están también esos días de guerra, de batalla feroz cuando la dirección que marca Krishna en la brújula no es la del ejército. Cuando el ejército se aferra a sus posesiones, sus deseos, sus expectativas.

Pero la batalla está perdida. Los ejércitos saben que por grandes que sean las maniobras, por más víctimas que haya, la rendición llegará. Sí o sí. La lucha es desigual. Bhagavad Gita 56ae3d4a3df78cf772ba9d29

Krishna gana.

Porque ningún ejercito del mundo puede con la paz, la absoluta y conmovedora paz que Arjuna siente en compañía de Krishna.

Por mucho que duela, y anda que sí duele, duele, tortura, desgarra las entrañas la lucha, la Paz de Krishna es mucho más grande que cualquier dolor sufrido para conseguirla.

Como dice Manu Chao, Arjuna entrega sus ideas, su gloria, su cielo, su pereza a los pies de Krishna como un amante perdidamente enamorado.

La diferencia es que Krishna no da a elegir.

Arjuna, el Arjuna que soy, no tiene elección ni posibilidad de volver atrás. Los ejércitos callarán algún día, supongo, se cansarán de ver que todo acaba siempre igual.

Que después de la tormenta y los truenos vienen la Paz y la rendición.

Confío en que aprendan rápido a no caer en el mismo error de la lucha una y otra vez.

Arjuna se ha enamorado, ya no hay vuelta atrás.

Una historia de amor que durará toda la vida, y las siguientes y las siguientes.

Que la Paz de Krishna inunde vuestros ejércitos.

Om Shanti

Fuente: Sanatana Dharma

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