Todo el mundo ha leído o sabe algo sobre la meditación. Una de las primeras imágenes que nos viene a la mente es seguramente algo así:
Cuando hablamos de meditación pensamos en monjes budistas, zen o shaolin (los que hacen las acrobacias en la foto pero que están meditando) en estas fotos.
Pero claro, cada unx tiene su vida, su familia, su trabajo o sus ocupaciones, no vivimos en un monasterio o un templo para poder dedicarle a la meditación la atención necesaria. Entonces, con esta buena excusa, no practicamos o lo posponemos «cuando tenga tiempo, aprenderé a meditar». Y así toda la vida…
Ha llegado el momento de ponerse a meditar muy en serio pero fácil. La primera propuesta de meditación es llevar la atención al momento presente. ¿Y esto en que consiste? Es muy fácil, que cada acción, cada tarea que hagas, la hagas conscientemente. Por ejemplo: si estás fregando los platos, ¿tienes la mente en lo que estás haciendo o estás pensando a lo que vas a hacer después? Si estás hablando con un amigo, ¿estás pensando en lo que te dice o también estás pendiente de tu móvil por un whatsapp que te acaba de llegar?
¿Eres capaz de dar tu atención completa a cada cosa que haces a lo largo del día?
Si te sientes identificadx con alguna de estas frases arriba, puedes empezar a meditar sin sentarte en un cojín en postura de loto. Lo primero que tienes que hacer es irte a la cocina, tener unos platos sucios para lavarlos, tener jabón (si es ecológico mejor para tu piel y para el medio ambiente) y agua. Ya puedes empezar tu meditación:
Puedes sentir el agua caliente en tus manos, oler el jabón, observar la sensación de cosquillas que te pueden dar las burbujas del jabón, mirar lo limpio que se te están quedando los platos, secarlos con mucho amor, como si fuera una vajilla muy valiosa (aunque sea del Ikea, imagina que es como porcelana china de la mejor).
Al fregar los platos de esta manera, tus sentidos estarán tan alertas y estarás tan concentrado en todo lo que estás haciendo, que seguramente no te dará tiempo pensar en la lavadora que tienes que poner después (eso será para otro día, la meditación con la lavadora!).
Si tienes la oportunidad este verano de salir, viajar, puede que tengas que fregar pero puedes también aprovechar de la naturaleza para sentarte al aire libre o tumbarte y disfrutar del espectáculo del cielo, de los árboles y de todo lo que te rodea.
Y si después de esos ejercicios en solitario te apetece compartir en grupo (fregando platos o meditando), siempre puedes apuntarte a un grupo de meditación o a algún retiro. Es recomendable primero hacer una toma de consciencia personal (necesito cambiar el chip o hacer un cambio/tengo que estar más relajadx/quiero centrarme mejor en lo que hago/quiero mejorar mi productividad) y luego aprender una técnica de meditación. Hay muchas técnicas y tienes que probar varias para descubrir cual es la que te viene mejor.
Si quieres saber más acerca de retiros o de la meditación, ponte en contacto con nosotrxs (que tenemos muchos platos por fregar!!).
Un comentario en “¿Cómo meditar fregando platos?”